HISTORIA
DEL CIANURO
Era
el 30 de septiembre de 1982 y Mary Kellerman, una joven de 12 años, se tomó una
pastilla por un resfriado. Así comenzó una crisis de reputación que le causó
unas pérdidas a Johnson & Johnson (J&J) de decenas de millones de
dólares.
Mary
Kellerman fue la primera de siete personas que murieron en Chicago en apenas
una semana por consumir lo que aparentemente sólo era una pastilla contra el
dolor, Tylenol Extrafuerte, un producto comercializado por una filial de
J&J. Sin embargo, las pastillas en cuestión contenían cianuro. Alguien
había conseguido añadir el tóxico en alguna fase del desarrollo del
medicamento.
El
efecto en los mercados fue inmediato. La empresa venía cotizando en máximos
históricos, superando los 47 dólares por acción. El mismo 30 de septiembre,
tras darse a conocer las primeras muertes, cayó hasta los 43,13 dólares. Su
mínimo por el incidente lo marcó el 5 de octubre, con 39 dólares por título. La
compañía no recuperó un cierre por encima de los 47 dólares hasta dos meses
después, el 7 de diciembre.
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